En agosto de 2010, el fotógrafo Sergi Bernal pudo documentar gráficamente la apertura de una fosa común en las montañas de Pedraja, cerca de Bañuelos de Bureba. Ya de vuelta en Barcelona, recibió una llamada en la que se le informó sobre la posibilidad de que, entre el centenar de cuerpos recuperados, hubiera el de un maestro catalán que había trabajado en Bañuelos a mediados de la década de 1930. Atraído por aquella historia, el fotógrafo volvió al pueblo y habló con vecinos que lo habían llegado a conocer, y recorrió archivos oficiales y bibliotecas para localizar toda la documentación necesaria para desenterrar la memoria de aquel maestro.
De esto modo, ahora sabemos que en 1934 se asignó al catalán Antoni Benaiges la plaza de maestro en la escuela pública de Bañuelos de Bureba (Burgos). Benaiges llegó a este pueblo decidido a aplicar, en un entorno rural reticente a los cambios, una nueva técnica educativa que en aquel tiempo apenas se había empezado a introducir en Francia y que, en España, sólo se había probado en contadas pequeñas escuelas. Aquel método, conocido como técnica Freinet, tenía entre sus principios el uso de la imprenta a la escuela como herramienta para fomentar la máxima implicación de los alumnos en el proceso de aprendizaje. La Guerra Civil y la dura represión por parte de los sublevados frustraron aquel proyecto y pusieron fin a la vida de Benaiges.
La exposición Desenterrando el silencio es también, sin duda, una oportunidad para conocer en imágenes los trabajos de exhumación de una fosa común, como tantas otras en las que se está trabajando en todo el estado español.