Museo Puig des Molins
La casa payesa de Es Porxet
Se encuentra en la parte meridional del recinto que delimita el yacimiento, en la parte superior de la colina en la antigua finca de Es Porxet. Actualmente en ella se desarrollan parte de las actividades infantiles del MAEF: el Taller de Arqueología de verano, el Taller de Semana Santa, los Talleres “Al Museo en Familia” y en algunas ocasiones la visita teatralizada “Es Porxet, un paseo por la historia”.
Se trata de un inmueble que fue empleado como vivienda hasta la década de los 70. Situada en la necrópolis del Puig des Molins, es Porxet fue construida siguiendo las técnicas tradicionales de la arquitectura popular ibicenca. A pesar de sus pequeñas dimensiones, reúne todas las características que permiten definir el casament ibicenco, con una distribución en cases o cámaras para las diferentes funciones de la vida doméstica. Hay un aposento destinado a la cocina, donde se elaboraban los alimentos, se comía y se reunía la familia y también se realizaba la colada. Se individualizan también la casa de jeure, o dormitorio; la casa del gra, donde se guardan los cereales y las legumbres; la casa del carro, donde se guardaba el vehículo y otros elementos agrícolas, etc. Otro elemento imprescindible es el porxo, de forma alargada y que permite el acceso al resto de aposentos. Es un espacio para realizar diferentes actividades vinculadas con la economía del hogar, para reuniones o celebraciones familiares, para el cortejo y para recibir a los visitantes.
La casa fue construida por los propios habitantes a medida que variaban sus necesidades, no solo era el hogar familiar sino también un centro de producción y de explotación del medio agrícola que la rodea. Por ello se trata de una arquitectura al margen de las modas y las tendencias estéticas, es muy básica y funcional y no tiene cabida en ella nada que no resulte práctico a sus habitantes y a su forma de vida. Es Porxet está perfectamente integrada con su entorno inmediato.
Parece que al menos la parte más antigua se levantó a finales del siglo XVI o primera mitad del siglo XVII, y fue sufriendo reformas, ampliaciones y pequeñas modificaciones durante los siglos XVIII, XIX y XX.
Está construida con muros enlucidos de mortero de cal, compuestos de dos hiladas de bloques de piedra grande ligados con mortero de cal, con relleno interno de argamasa y piedras medianas y pequeñas. La casa se adapta al profundo desnivel del terreno, mediante rebajes de la roca y rellenos para nivelar las diferentes alturas.
Los forjados son de viga de madera de sabina y de pino, con entrevigas de madera de pino, sabina u olivo, y sustentan las cubiertas formadas por capas superpuestas de algas, tierra y una capa de arcilla que garantiza la impermeabilización de la azotea, desde donde se facilita la recogida de aguas hacia la cisterna. Además conserva los pavimentos interiores de mortero y baldosas de terracota.
En el exterior de la casa se ubicaba un pequeño bancal para las chumberas, otro para el cultivo de un pequeño huerto y, aprovechando una de las cámaras de los antiguos hipogeos púnicos, una cuadra para guardar la mula. Los corrales para las ovejas y las cabras se encontraban en el interior de las cámaras de los hipogeos situados bajo el viejo molino de es Porxet; pero estos quedaron tapiados por el trazado de la calle Lucio Oculacio.